Hortaleza

La historia de la humanidad comienza con el movimiento de personas de unos paisajes a otros en busca de una vida mejor. La historia de Hortaleza es también una historia de gente que movió su casa, una historia como la de tantos pueblos y barrios que fueron creciendo y desarrollándose fruto de las migraciones.

La primera noticia que se tiene de la existencia de Hortaleza es del año 1361. Al parecer, el nombre de Hortaleza proviene de una antigua villa que existía en estas tierras llamada Fortaleza; no obstante, no existe un acuerdo general en esto. Otra hipótesis es que el nombre hace referencia a las tierras de cultivo de hortalizas que aquí había. Hasta ahora, no se han encontrado restos de ninguna fortaleza, como tampoco se puede decir que estas tierras fueran buenas para huerta, más bien en ellas se ha cultivado cereales, olivos y vides. Sobre si somos hortalinos, hortaleños u hortalenses también hemos encontrando opiniones diversas.

Hortaleza está ubicada en una de las lomas más altas de la capital, a unos 700 metros de altitud, en la divisoria entre los ríos Manzanares y Jarama. Cuentan quienes nacieron en estas tierras cuando apenas eran unos cientos de vecinos y vecinas, que aquí tenían sus segundas residencias algunas familias pudientes de Madrid y que venían en verano a refugiarse del sofocante calor de la capital. Venir a Hortaleza en aquella época debía de ser el equivalente a subir hoy a la Sierra de Madrid. Y no nos extraña, pues en días calurosos cuando se vuelve del centro de Madrid al barrio, al salir del metro nos sorprende el aire fresco de Hortaleza.

A partir de la década de 1940, Madrid aumenta con la inmigración y Hortaleza irá acogiendo poco a poco parte del crecimiento poblacional de Madrid. El pueblo y sus alrededores crecen y el 22 de julio de 1949, Hortaleza, junto con el pueblo de Canillas pasan a convertirse en un distrito de Madrid. Progresivamente, los antiguos pueblos irán perdiendo sus características rurales y los campos de cultivo darán paso a la construcción de los barrios de la UVA, San Lorenzo, Santa María, Villa Rosa, Portugalete, Pinar del Rey

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A mediados de los años 50, nuevos vecinos y vecinas comenzaron a llegar a estos barrios de nueva construcción. Son personas procedentes en su mayoría de otros barrios de Madrid y muchas nacidas en pueblos de Castilla León, Castilla la Mancha, Andalucía y Extremadura. La llegada de inmigrantes interiores conllevó enormes cambios al distrito. Fueron años de contrastes, los vecinos que habían dejado sus casas bajas y ahora vivían en bloques de hasta diez pisos de altura bajaban a comprar huevos y hortalizas a las pequeñas granjas. Los vecinos y vecinas del pueblo que fueron testigos de la transformación de Hortaleza -algunas de ellas casi centenarias- valoran aquellos cambios de forma muy positiva. Para ellas, con la inmigración llegó también el desarrollo. Y es que fueron aquellos inmigrantes recién llegados a Hortaleza los que se movilizaron por la mejora de la calidad de vida de todo el vecindario, concretándose en la obtención de equipamientos básicos para el distrito.

Cada barrio contaba con su propia asociación vecinal centrada en las necesidades concretas de su zona, a la vez que formaban parte de la Coordinadora de Asociaciones Vecinales de Hortaleza desde la que se trabajaba por el desarrollo de todo el distrito. Asociaciones vecinales, juveniles, de mujeres, culturales consiguieron multitud de reivindicaciones como la conservación de edificios históricos como el Silo en Huerta de la Salud o el Hogar de Clara Eugenia, numerosas zonas verdes, polideportivos, colegios, centros de salud, centros culturales y de mayores, acondicionamiento de calles, pavimentación, alumbrado, retirada de torres y cables de alta tensión, erradicación de chabolismo, el metro, nuevas y mejores líneas de autobuses, protección contra los ruidos provocados por la M-40, remodelación de barrios, espacios libres de gasolineras… Algunas fueron “batallas perdidas” o, más bien, batallas a medias como la Segunda Casa de Campo de Hortaleza que de 5000 hectáreas verdes se quedó en 500. Otras, aún están por ganar como la Casa de la Juventud  y no nos olvidamos de las que están por recuperarse como la Cabalgata Vecinal que ha dejado de estar apoyada por el ayuntamiento. Herencia de aquellas luchas vecinales, Hortaleza sigue siendo uno de los distritos con más asociaciones ciudadanas de Madrid.

Hortaleza es esto y mucho más. En los últimos años se ha ido convirtiendo en un distrito multicultural. Somos 175.311 vecinos y vecinas de los cuales casi 23.000 somos de origen extranjero. El 12,9% de los vecinos y vecinas de Hortaleza son migrantes procedentes principalmente de Francia, Rumanía, Ecuador, Colombia, Perú y Bolivia. Ahora en Hortaleza tenemos tiendas de alimentación donde podemos comprar productos de Ecuador, Rumanía, Colombia o República Dominicana; comer en restaurantes colombianos, mexicanos, ecuatorianos, venezolanos; y rodearnos de compañeros y compañeras de clase y de trabajo, vecinos y vecinas de muy diversas nacionalidades.

En la actualidad, Hortaleza sigue siendo un distrito que se construye entre todas las personas que en él vivimos: los que nacieron aquí, los que llegaron de otros lugares de España y los que llegan de otros países del mundo. La inmigración será siempre elemento fundamental de Hortaleza, de su historia, de sus paisajes y de las relaciones entre su gente. ¡Hortaleza somos todos y todas sin importar de donde vengamos!

Fuentes bibliográficas:

Más de cien años de historia de Hortaleza. Aquiles Obispo. Ediciones La Librería, 2009.

Historia del distrito de Hortaleza. Francisco Javier Pastor Muñoz. Ayuntamiento de Madrid, 1986